En la Residencia de Estudiantes de Madrid existe una habitación que ocuparon Federico García Lorca y Salvador Dalí donde vivían juntos. Se peleaban todos los días y pasaban tiempo sin dirigirse la palabra, hasta el punto de que llenaban el cuarto de arena y hacían caminitos individuales desde la puerta a la cama, desde la cama al lavabo y ponían macetas con flores en los bordes y en el cruce para andar sin rozarse ni hablarse.
Anecdotario de Escritores
Neorrabioso
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