Johannes Brahms tuvo que acceder en cierta ocasión a recibir la visita de una cantante a la que él consideraba bastante mediocre.
La intención de la
joven intérprete era que el genial músico le cediera una de sus composiciones
para poder adjuntarla en su repertorio.
-En estos momentos ninguna de las que tengo escritas es apropiada para
usted, por lo que deberá esperar un poco.
Ante la insistencia de
si tendría que esperar mucho tiempo, Brahms contestó:
-No se lo puedo decir, pero las únicas canciones que le prestaría son mis
canciones póstumas. Así tendré la seguridad de no oírselas cantar.
20minutos.es
Alfred López
No hay comentarios.:
Publicar un comentario