Durante la Segunda Guerra Mundial, Ronald Reagan trabajó en un almacén que tenía un departamento de documentos históricos. Muchos de ellos carecían de relevancia y hacía falta el espacio que ocupaban, por lo que envió una petición oficial a sus superiores para destruir los documentos obsoletos. La respuesta que le llegó fue la siguiente:
A veces una broma, una anécdota, un momento insignificante, nos pintan mejor a un hombre ilustre, que las mayores proezas o las batallas más sangrientas. -Plutarco
domingo, 13 de abril de 2014
Burocracia
Durante la Segunda Guerra Mundial, Ronald Reagan trabajó en un almacén que tenía un departamento de documentos históricos. Muchos de ellos carecían de relevancia y hacía falta el espacio que ocupaban, por lo que envió una petición oficial a sus superiores para destruir los documentos obsoletos. La respuesta que le llegó fue la siguiente:
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