Un pintor tradicional paseaba un día con una de sus bellas modelos, cuando se encontró con Pablo Picasso, que comenzaba a ser célebre por sus cuadros cubistas y retratos discutidos en aquel momento. Picasso contempló a la muchacha y le dijo a su colega:
--Tengo ganas de quitarte a la modelo.
--Pues mira, amigo mío, yo no te quitaría a las tuyas.
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