domingo, 28 de diciembre de 2014

Indecencias


En 1909, Annette Kellerman, la estrella australiana de natación, apareció en una playa de Boston vistiendo un traje de baño de punto que se ceñía a su cuerpo, con mangas cortas casi hasta sus hombros, y calzones que terminaban cinco centímetros arriba de sus rodillas. Fue arrestada por exhibirse con ropa indecente.

El Libro de los Sucesos (1979).
Isaac Asimov

Impaciente


El chef François Vatel trabajaba en el castillo de Chantilly, al servicio de la familia Condé, y esta familia necesitaba congraciarse con Luis XIV porque había tenido sus más y sus menos años antes. Así que se organizó el famoso «banquete de los tres días», donde se agasajaría a toda la familia real y a gran parte de su corte con las viandas de más calidad y mejor elaboradas y con los más exquisitos caldos.
El cocinero Vatel, con fama de perfeccionista e histérico, cumplió las expectativas en el banquete de la noche del jueves. Tuvo que preparar y organizar la cena para treinta y cinco mesas más de las previstas porque en el castillo de Chantilly se presentaron varios nobles extras. Pero al siguiente día el menú cambiaba drásticamente, porque era viernes de vigilia.
El chef Vatel había previsto la carta a base de pescado y marisco, y todo muy fresco; o sea, que tenía que llegar el mismo día de su consumo. Pero los proveedores no llegaron a tiempo. François Vatel, incapaz de afrontar la humillación, incapaz de enfrentarse a cientos de comensales para decirles «hoy no se come», se fue a su cuarto y se suicidó.
                                         
Se Armó la de San Quintín (2012).
Nieves Concostrina

Humor Negro


El reportero Jenaro Villamil entrevistó a la tía de Carlos Monsiváis pocos días después de su muerte en la cual confiesa que no ha dejado de pensar en él y en sus conversaciones.
--El platicaba mucho conmigo. Era muy bromista. La última broma que me hizo fue antes de que ingresara al hospital. Dijo: “Mi tía está afligida porque no tiene vestido negro para ir a mi funeral”.

María Monsiváis (2010).
jenarovillamil.wordpress.com
Jenaro Villamil

Reportero


El escritor y reportero Charles Bowden, tenía una actitud como la de Albert Camus, quien siempre insistió en que no era un filósofo, sino primero periodista. Salvo que Bowden también odiaba ser llamado periodista. Le dijo al Arizona Republic en 2010: “Soy reportero. Salgo y reporto. No guardo un (censurado) periódico”.

Los Angeles Times (1 de septiembre de 2014).
Charles Bowden: Tom Zoellner And Luis Urrea Pay Tribute.
Tom Zoellner y Luis Urrea

domingo, 7 de diciembre de 2014

Los 41 y el 42


En 1888, Ignacio de la Torre y Mier, rico hacendado mexicano, contrajo matrimonio con Amada Díaz, hija mayor del dictador Porfirio Díaz. A semanas de la unión comenzaron los conflictos matrimoniales y muy pronto llenó de murmuraciones el entorno de la familia presidencial, pues su homosexualidad era un secreto a voces.
El 17 de noviembre de 1901 el yerno presidencial protagonizó un sombrío incidente que dejó al descubierto su orientación, “El baile de los 41”, como se le llamó a aquel acontecimiento que tomó tintes de escándalo nacional. Narran las crónicas periodísticas de aquellas fechas que una singular celebración tuvo lugar en la casona marcada con el número 4 de la calle de La Paz, en la colonia Tabacalera, bajo el falaz argumento de un bautizo. En aquella casona se dieron cita 42 individuos, todos del sexo masculino. La mitad de los asistentes vestía de mujer, ataviados con coquetas pelucas, aretes, amplias y frondosas caderas postizas además de rostros embellecidos de colores llamativos, mientras que la otra mitad vestía prendas masculinas. Aquella celebración exclusiva, incluía la rifa de un joven agraciado conocido bajo el mote de “Bigotes Rizados”. Las crónicas añaden que los gendarmes hicieron una redada llevándose detenidos a todos los participantes del singular festín, 41 hombres fueron trasladados a prisión y se cuenta que al momento de la detención había uno más. El 42, se supo más tarde, fue Ignacio de la Torre y Mier, al que su suegro salvó para cuidar la reputación familiar y la honra de su hija.
Aunque los periódicos de aquellas fechas no lograron documentarlo, más tarde se supo que un importante número de aquellos concurrentes pertenecía a las familias más prominentes del Porfiriato, aunque la lista de los 41 nunca se divulgó con el fin de salvaguardar la imagen de tan importantes personajes.
A pesar de los intentos del dictador militar por silenciar a la prensa de aquellas fechas e impedir un escándalo familiar, la noticia se regó por todas partes. Una de las ilustraciones más afamadas en torno a la detención de los jóvenes homosexuales porfirianos son los ejemplares de la Gaceta Callejera, una hoja suelta que se repartía de mano en mano en aquellos días. José Guadalupe Posada tituló aquella reseña como “Los 41 maricones encontrados en un baile de la calle de La Paz el 20 de noviembre de 1901″, y se ilustra a un grupo de hombres, todos de bigotes relamidos, bailando alegremente en parejas.
El primero de octubre de 1918, Ignacio de la Torre y Mier falleció en Nueva York, cuando le practicaban una cirugía de colon. Algunos dicen que aquella enfermedad fue producto de sus múltiples andanzas.

Nuestro Tiempo: El Yerno Incómodo (2010).
Elpidio Hernández

sábado, 6 de diciembre de 2014

Ocupado


En 1807, el matemático Johann Karl Friedrich Gauss estaba obsesionado con un problema mientras su esposa yacía enferma en la planta alta. Cuando el médico le dijo que su esposa se encontraba agonizante, Gauss lo despidió con un ademán y, sin alzar la mirada de su problema murmuró: «Dígale que aguarde un instante hasta que termine».

El Libro de los Sucesos (1979).
Isaac Asimov

viernes, 28 de noviembre de 2014

Abuso de Autoridad


De entre los emperadores romanos, Cayo César Augusto Germánico, nombre real de Calígula, se ha convertido en sinónimo de locura, despotismo y crueldad.
Calígula envidiaba y deseaba a Próculo, un hermoso gladiador de extremada belleza famoso por el increíble tamaño de sus genitales y su buena apariencia.
Cuando el gladiador se casó, Calígula y su esposa se invitaron a la boda, ejerció el derecho de pernada con la recién casada ante Próculo, y luego procedió a sodomizar al muchacho sobre una mesa de cocina mientras la joven esposa miraba.
Un tiempo después, Calígula hizo ejecutar a Próculo y conservó sus genitales como talismán.

Arkhaiox.com/Anécdotas Desde Roma (2010).
Fermín Castillo Arcas

Mejor Mexicano


Por aquel tiempo, y por cuestión de la guerra (narra el escritor mexicano Tomás Mojarro), creció el hervor de la bracereada, sobre todo en las zonas miserables de la República, como Zacatecas. Los hombres esperaban llenos de impaciencia que la contratación llegase a Jalpa. Uno de los más ansiosos era mi padre.
                Por fin, una mañana salieron varios camiones descubiertos con rumbo a Aguascalientes, y de allí a Irapuato, donde se tomaría el tren a California. Mi padre se iba de bracero, con su morral de bastimento y su caja de cartón donde iba una muda de ropa y la foto de los chamacos con todo y madre.
                Lo fui a despedir a la salida del pueblo…
                Meses después retornaría el ausente con un velicito de lámina donde venía una muda y unas tarjetas del puente de Brooklin. Mi padre llegó derrengado de cansancio y con las manos destrozadas por la pizca del betabel, y sólo tuvo fuerzas para lamentar el que yo ya no estuviese en la casa, el no haber logrado hacer dinero para que su primogénito no tuviera necesidad de andar en la aventura, donde tanto se sufre.
                Vino hablando mal del mentado betabel; platicó que había vivido en un antiguo campo de concentración, que apenas había ganado lo suficiente para pagar las deudas del dinero que tuvo que emplear en sobornos para que el presidente municipal lo incluyera en las listas de contratación. Por fin se le había concedido conocer el paraíso, y volvía de allá bastante escamado. “Lo bueno –dicen que decía-- es que nuestro gobierno nunca ha tenido intención de deshacerse de la mitad del territorio. Que se queden con Mexicali y Tijuana, pero que a los de Zacatecas para abajo nos dejen seguir siendo mexicanos”.

Nuevos Escritores Mexicanos del Siglo XX Presentados Por Sí Mismos: Tomás Mojarro (1966).
Tomás Mojarro

viernes, 14 de noviembre de 2014

Devolución a Tiempo


El presidente Adolfo López Mateos ofreció un banquete en el Palacio Nacional al presidente estadounidense John F. Kennedy y a su esposa, la famosa Jacqueline. El presidente mexicano tenía gran afición por los relojes de pulsera y aquel día portaba uno realmente hermoso y fuera de lo común. El presidente Kennedy, posiblemente para hacer un cumplido, elogió a López Mateos su reloj y éste, sonriente, escuchaba las frases de Kennedy que ponderaban el buen gusto del presidente mexicano en materia de relojes.
--Es realmente bello –afirmó Kennedy.
Lo anterior dio por resultado que López Mateos se despojara de su cronométrica joya y le dijera a Kennedy:
--Permítame usted el honor de obsequiarle mi reloj ya que, estoy seguro, realmente le ha gustado.
Kennedy emocionado, agradeció el presente manifestando agradecimiento a su amigo mexicano.
Minutos más tarde, durante el mismo banquete, López Mateos, dijo a Kennedy:
--Yo deseo felicitarlo, señor presidente, por tener una esposa tan distinguida, tan bella y tan hermosa; realmente es usted un hombre afortunado y no puede haber nadie que no lo envidie porque, dicho sea con todo respeto, mi querido amigo, su esposa es algo excepcional…
Al escuchar lo anterior, el presidente Kennedy se fue desabrochando el reloj que ya había colocado sobre su muñeca izquierda y antes de que terminara el elogio de López Mateos para Jacqueline, dijo:
--Señor presidente López Mateos, estoy pensando que será mejor que le devuelva su reloj…

Las Mil Anécdotas y Un Comentario (1971).
Octavio Aguilar de la Parra

viernes, 7 de noviembre de 2014

En Busca de Consejo


John D. Rockefeller platicaba con un amigo que se encontraba en una situación desesperante y le pedía un consejo:
--Me deben $ 50,000 dólares y no tengo comprobante de esa deuda, ¿qué crees que debería hacer?
El multimillonario, que no lo era por casualidad y que gozaba de una mente privilegiada, le contestó:
--Lo que yo haría, es escribir una carta al deudor y le pediría los $ 100,000 dólares de la deuda. Estoy convencido que te responderá a vuelta de correo, aclarándote que no son $ 100,000 dólares, sino $ 50,000 dólares. Esa carta de su puño y letra será el mejor comprobante.
                            
Diccionario de Anécdotas, Dichos, Ilustraciones, Locuciones y Refranes (2006).
Rubén Gil

jueves, 6 de noviembre de 2014

Recadito


"Agustín Lara jodía mucho a María Félix con sus celos, lo cual ocasionó que el matrimonio viviera en constante zozobra porque, además, el compositor no le era fiel a María Félix… Y así, lo que inevitablemente tenía que ocurrir, ocurrió.
"Una vez que Agustín se enredó con una tonadillera española, la actriz lo mandó muy feo a la chingada pues le mandó la ropa envuelta en una sábana de Holanda al “Follies” que era el sitio donde trabajaba el llamado músico-poeta con este recado: “Devuélveme la sábana porque la compré en Holanda y me costó muy cara”…"

Renato por Leduc (1982).
José Ramón Garmabella

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Educador Precavido


Una mañana de octubre de 1967, Jorge Luis Borges está al frente de su clase de literatura inglesa. Un estudiante entra y lo interrumpe para anunciar la muerte del Che Guevara y la inmediata suspensión de las clases para rendirle un homenaje. Borges contesta que el homenaje seguramente puede esperar. Clima tenso. El estudiante insiste.
--Tiene que ser ahora y usted se va.
 Borges no se resigna y grita:
--No me voy nada. Y si usted es tan guapo, venga a sacarme del escritorio.
El estudiante amenaza con cortar la luz.
--He tomado la precaución --retruca Borges-- de ser ciego esperando este momento.

Jorge Luis Borges, Anecdotario (2008).
Amalia Ugo de Ruiz Díaz

martes, 4 de noviembre de 2014

Feo


Al presidente Gustavo Díaz Ordaz, de origen poblano, le hacían muchas bromas por su fealdad. En alguna ocasión le dijeron que era cosa sabida que los poblanos tenían dos caras, y él contestó:
--¿Ustedes creen que si yo tuviera otra usaría ésta?
O aquella otra en que no dejaba de llover y el gobernador de Veracruz, Fernando López Arias, se lamentó de que los días estuvieran tan feos, a lo que el presidente respondió:
--Tampoco los López son nada guapos.

La Suerte de la Consorte (1999).
Sara Sefchovich

lunes, 3 de noviembre de 2014

Por Puro Gusto


Luis Moncada Ivar nació en México, D.F., en 1925. Estudió medicina, leyes y literatura, sin llegar a concluir ninguna. Participó en el concurso Casa de las Américas con el libro de cuentos Perros Noctívagos. Colaboró en el periódico Novedades con el seudónimo de Luis Cuervo; en la revista Siempre! y Revista de Revistas. Se suicidó el 5 de marzo de 1967. Dejó inéditos la novela Lázaro y dos libros de cuentos, uno de ellos titulado Homenaje a Franz Kafka. Dejó una carta que se publicó en algunos diarios en donde decía que se suicidaba porque era domingo y estaba feliz.

Jaula de Palabras (1980).
Gustavo Sainz

jueves, 23 de octubre de 2014

La Chica Soñada


George Gershwin se estaba convirtiendo en uno de los solteros más apetecibles de los Estados Unidos; desde el principio, sus amigos tenían curiosidad por saber cuál sería la muchacha. Comenzaron a oír rumores de “La Chica Soñada” (así se referían a ella, nunca por su nombre, el cual se ignora). Se trataba de una profesora de gimnasia de Chicago que le dio a Gershwin ejercicios físicos que él creía le hacían bien. El bienestar físico condujo a la infatuación. Sus amigos esperaban que se anunciara la boda. Nunca ocurrió; la siguió demorando. Pasaron los años. Un día Ira Gershwin, hermano de George, llamó a los amigos para dar una noticia devastadora: ¡La Chica Soñada se había casado! Ira no se animaba a decírselo a George y le suplicó al dramaturgo y guionista Samuel N. Behrman que lo relevara de esa desagradable tarea.
                --George –le dijo--, tengo malas noticias para ti. La Chica Soñada se casó.
                Sus ojos marrones mostraron un atisbo de dolor. Se quedó mirando a Behrman y finalmente habló.
                --¿Sabes? Si no estuviera tan ocupado, me sentiría horrible.

People in a Diary (1972).
S. N. Behrman

La Hora de Comer


Diógenes sentía desprecio por las convenciones sociales. Tanto que, ello le llevó a vivir en el interior de un tonel.
En cierta ocasión, uno de sus discípulos le preguntó:
--Maestro, dinos ¿a qué hora se debe comer?
--Depende, si eres rico puedes comer cuando quieras, y si eres pobre, siempre que puedas.

20minutos.es (2011)
Alfred López 

El Deber es Primero


Para mejor dar a conocer las posibilidades de la lámpara incandescente que acababa de inventar, Thomas Alva Edison propuso hacer iluminar por este procedimiento todo un barrio de Nueva York. En 1880 inició los preparativos: hizo construir una central eléctrica, instalar kilómetros de hilo y fabricar 15,000 lámparas con sus casquetes. Hubo que inventar todo lo que no había sido inventado aún: fusibles, interruptores… El 4 de septiembre de 1882 tuvo lugar la inauguración. Las autoridades fueron recibidas por un Edison en camisa blanca y traje impecable. Momentos más tarde, el inventor desaparecía. Se le buscó durante un buen rato y, finalmente, se le encontró, con el traje arrugado y manchado de aceite. Había una máquina que funcionaba mal y fue a repararla.

Dime Quién Es (1971).
Simone y Georges Monlaü

Cena Solo


A la salida de un concierto en Nueva York, una joven pareja se acercó al violinista Jascha Heifetz y le dijo: 
--Esta noche ofrecemos una gran cena en nuestra casa. ¿Por qué no viene usted y trae su violín?
--Lo siento mi violín no come –respondió el músico.
                            
estrenando-dia.blogspot.mx (2013).
Ramón E. Rivas

La Madre Teresa


Facundo Cabral tuvo la oportunidad de visitar a la Madre Teresa de Calcuta y éste es su testimonio:
“Cada vez que yo entraba a la casa de la Madre Teresa, sentía que Dios recién había salido.
“Una señora, impresionada por verla bañar a un leproso, le dijo: Yo no bañaría a un leproso ni por un millón de dólares, a lo que Teresa contestó: Yo tampoco, porque a un leproso sólo se lo puede bañar por amor.
“Le pregunté a la Madre Teresa de Calcuta: ¿Cuándo descansa?  Y me dijo: Descanso en el amor. Le pregunté: ¿Cuál es el lugar del hombre? Y me dijo: Donde sus hermanos lo necesitan. Le dije: Nunca la escuché hablar de política. Y me dijo: Yo no puedo darme el lujo de la política. Una sola vez me detuve 5 minutos a escuchar a un político, y en esos 5 minutos se me murió un viejecito en Calcuta”.

titulosfelices.blogspot.mx (2012).
Edymix

Frase Sin Dueño



Una vez José Saramago contó una anécdota que lo obligó a escribir una novela contra el olvido.
En una ocasión, al escribir un texto, lo abordó una frase: «Somos cuentos contando cuentos. Nada». Estuvo a punto de atribuírsela a Quevedo pero tuvo sus dudas, así que consultó sus notas personales del Ovidio nazón más narizado para estar seguro. Nada.
No se dio por vencido y consultó diccionarios de citas y epígrafes. Lo mismo.
Terminó (¿o empezó?), por releer la obra completa del presunto implicado y pensó que así terminaría, ya no su artículo, sino su peregrinar tortuoso. Tampoco.
Entonces pensó que todo no era más que una mala broma de esa transgresora universal que llamamos memoria y que seguramente era de Shakespeare: «Ahí se encuentra todo» se dijo, y repitió los mismos pasos en espera de resultados. Menos.
Intentó la misma operación con otros autores hasta que la resignación, y otras ocupaciones, lo hicieron desistir, pero, cuando menos se lo esperaba, volvía la frase sin dueño para atormentarlo.
Pasaron muchos años y en una de tantas mudanzas, revisando papeles y recortes de periódicos, se detuvo, sin motivo alguno, en una entrevista cuyo amarillo papel delataba su antigüedad. Normalmente hubiera archivado o pasado de largo el documento, pero algo lo hizo leerla por completo. Justo antes de terminarla, cuando ya iba a confinar los signos al olvido o al encierro —que en el fondo es lo mismo—, deletreó asombrado: «No somos más que cuentos que cuentan cuentos… probablemente nada».
La frase sin dueño buscada por años… ¡era suya! Y, cuando la recordó, además de atribuirla a un sin fin de autores, lo hizo de un modo distinto: «Somos cuentos contando cuentos. Nada.»
Como despedida agregó que ahora sólo le quedaba esperar que la memoria de otro, olvidando y recordando, añadiera —refiriéndose a sus libros— lo que su imaginación no pudo completar.

Memorias de Otros (2013).
Carlos Bautista Rojas

Por Necio


Venía Felipe IV del Escorial en una carroza cuyo cochero era conocido como el Catalán. Había nevado mucho y en un paso peligroso le dijo el cochero al rey:
--Apéese Vuestra Majestad, que no es nada seguro este paso y podemos tener una desgracia.
No quiso Felipe IV bajarse del coche y al rato volcó. Salió el rey como pudo de la carroza y oyó decir al Catalán.
--¡Me alegro!
--¿De qué te alegras, bribón?
Y dando pruebas de ingenio y mente rápida contestó el cochero:
--De que Vuestra Majestad no se haya lastimado.

20minutos.es
Alfred López

La Buena Impresión


En 1938, el primer ministro británico, Arthur Neville Chamberlain, tras regresar de su viaje a Berlín donde firmó el llamado Pacto o Acuerdos de Múnich, se expresó muy bien del canciller alemán: “Si hubiera más hombres como Hitler, la paz estaría garantizada en Europa”. Y un año después, los nazis invadieron Polonia.

Los 10 Hombres Más Torpes de la Historia.
Revista Quo, Abril 2014
Vicente Fernández

miércoles, 22 de octubre de 2014

Profesional Costoso


George Gershwin se psicoanalizó con el Dr. Gregory Zilboorg durante un año, entre 1934 y 1935. Su amiga, la compositora Kay Swift se lo presentó. Swift sintió después que fue una de las sugerencias más desafortunadas que le hizo a Gershwin. Zilboorg parece haber ofendido al compositor, quien sólo tenía curiosidad sobre el psicoanálisis y sobre sí mismo y no era un neurótico acomplejado por su madre, como se ha dicho.
Una vez, durante una seria discusión que mantuvo con Rouben Mamoulian sobre psicoanálisis, éste le preguntó a Gershwin:
--Dime, George, ¿cuánto cobra normalmente un psicoanalista?
George se sonrió y contestó:
--Averigua cuánto ganas y luego te cobra más de lo que puedes pagar.

El Mundo de Gershwin (1992).
Edward Jablonski

miércoles, 15 de octubre de 2014

Público Culpable


El día 27 de octubre de 1927 se estrenaba en el Teatro Fontalba de Madrid una obra titulada El Hijo del Diablo, con Margarita Xirgu como protagonista. Tras la representación, y en medio de la ovación del público, Ramón del Valle-Inclán, que ocupaba una butaca de platea, levantó la voz, y con ademanes descompuestos gritó tres veces: “¡Muy mal!”. Cerca de él se encontraba el comisario de vigilancia de ese distrito, que intentó expulsarlo de la sala. El escritor se resistió, y el comisario procedió a detenerlo entre los aplausos de la mayoría del público. Entonces Valle-Inclán pronunció su memorable: “¡Arreste a los que aplauden!”.

Anecdotario de Valle-Inclán: Vida y Leyenda de un Escritor Heterodoxo (2006).
Óscar Santos García

domingo, 12 de octubre de 2014

Indiscreto


En 1932, el entonces alcalde de Nueva York, James John Walker, pronunció un brindis irrepetible al cumplirse el segundo centenario del nacimiento de George Washington:
--En memoria del hombre que supo ser el primero en la guerra, el primero en la paz y el primero en el corazón de sus conciudadanos…
Pero, animado por el vino, continuó:
--Lo que no comprendo es cómo, gustándole tanto ser el primero en todo, se casó con una viuda.

20minutos.es (2011).
Alfred López 

La Más Popular


En 1965 la canción “Yesterday” rápidamente llegó a ser Número 1 en Estados Unidos. Es la versión más popular del catálogo de The Beatles, regrabada más de 2,500 veces, algo que no le cayó muy bien a John Lennon. Alguna vez bromeó diciendo: “Voy a restaurantes y los grupos siempre tocan ‘Yesterday’. Incluso, una vez firmé el violín de un chico en España tras haber tocado ‘Yesterday’, él no entendía que yo no había escrito la canción. Pero supongo que no podía ir por todas las mesas tocando ‘I Am the Walrus’”.

The Beatles. 100 Grandes Canciones (2011).
Revista Rolling Stone

Reclamo


Una mujer muy pintada criticó al pintor François Hyacinthe Rigaud un retrato que le había hecho...
--Estos colores no son los de mi cara.
--Pues me extraña, señora, porque los compramos en la misma tienda.

Revista en Red

Sonata Para Teresa


En 1810, Ludwig van Beethoven acudió a un recital que iba a ejecutar, según le aseguraron, un prodigio de la música. Se trataba de una niña llamada Teresa, la cual tenía fama de precoz pianista que, en efecto, deslumbró a todos los presentes… hasta que llegó el momento de interpretar una pieza del compositor alemán.
La pequeña se aturdió tanto que se vio incapaz de tocarla y abandonó la sala entre sollozos. Beethoven corrió tras ella y le preguntó el porqué no había podido seguir con su pieza. Teresa, limitó a excusarse asegurando que todas las composiciones eran muy difíciles. Para sosegarla, el músico, prometió componerle una sonata sólo para ella.
Y así fue, al día siguiente, la joven pianista recibió una partitura inmortal. Se titulaba “Para Teresa”.
La pieza ha pasado a la historia bajo el título dePara Elisa, pero no se sabe bien si por error de algún copista o por la mala caligrafía del genial compositor.
Aunque la vida amorosa de Beethoven es algo confusa y bastante desconocida, algunos indicios apuntan a que la precoz pianista no era otra que Teresa Malfatti, de la que años después, al reencontrarla, se enamoró y quiso contraer matrimonio, siendo rechazado por la inspiradora de una de las sonatas más famosas de la historia de la música.

blogcindario.com (2006).
Bach24111

jueves, 9 de octubre de 2014

Revés Filosófico


Un día Voltaire, el célebre filósofo y escritor francés, llamó a su sirviente y le dijo:
--Tráeme mis zapatos.
El sirviente se los trajo, pero dándose cuenta Voltaire que estaban cubiertos de polvo le dijo severamente:
--¡Haz olvidado de limpiarlos!
--No vale la pena limpiarlos –respondió el sirviente--, las calles están tan polvorientas que es inútil limpiarlos, porque pronto estarán sucios de nuevo.
Voltaire permaneció silencioso. Se puso calmadamente sus zapatos y estaba a punto de salir cuando el sirviente le dijo:
--Señor, las llaves.
--¿Qué llaves? –preguntó Voltaire.
--Las llaves de la alacena para preparar mi almuerzo.
--Pero, ¿para qué preparas tu almuerzo? Al poco tiempo de haber comido, tendrás tanta hambre como la tienes ahora.
Y diciendo eso, el escritor salió a la calle dejándolo solo en la casa… y hambriento.

Vampiro Erudito (2012).

miércoles, 8 de octubre de 2014

Explosivo


Simón Bolívar fue un muchacho indisciplinado y salvaje, por esta razón antes de la muerte de su madre queda a cargo del licenciado José Sáenz, consejero familiar y manejador de las propiedades de los Bolívar. Un día el licenciado Sáenz lo llamó barrilito de pólvora y Simón le respondió:
--Tenga cuidado, no se me acerque, puedo estallar.

Anécdotas de Simón Bolívar (2009).
Héctor Blanco Castillo

viernes, 3 de octubre de 2014

Creador de Ídolos


En la década de 1930 el talabartero Antonio H. Martínez, oriundo de la Ciudad de León, Guanajuato, abrió un taller de calzado deportivo en la Ciudad de México, especializándose en botas para boxeador. En aquellos años la lucha libre era un deporte nuevo, traído de Estados Unidos, que tuvo bastante auge entre el público mexicano. Antonio se hizo aficionado a él y muy pronto comenzó a diseñar botas especiales para estos gladiadores. Un día recibió la visita del luchador de origen irlandés Ciclón McKey, quien entonces era la principal atracción en las funciones. Éste le pidió la confección de un antifaz que le permitiera ocultar su identidad en el cuadrilátero pero además fuera difícil de quitar por sus contrincantes. El secreto del talabartero fue tomar 17 medidas específicas de la cabeza, que aseguraban un diseño anatómico, para crear la máscara perfecta, fórmula que aún permanece.

Muy Especial Num. 2 (2007).
Preguntas y Respuestas 2007

Muy Cuidadoso


El médico veterinario Luis Palazuelos Platas se encontraba con un grupo de colegas especialistas en fauna silvestre en un simposio en Monterrey. Durante un receso se encontraron con un veterinario que laboraba para un zoológico particular en  Tijuana y que hacía un buen tiempo no se le veía en los congresos.  Platicó que tuvo un peligroso accidente al manejar un chimpancé adulto. El primate le mordió y arrancó dos dedos de su mano derecha y arañó su cara abriéndole una herida a lo largo de su párpado inferior derecho y mejilla derecha. Afortunadamente se liberó del animal y fue tratado exitosamente en un hospital. Las cicatrices que presentaba en la cara, en el brazo y en la mano eran las pruebas de ese terrible suceso.
--Yo también tengo una cicatriz –dijo uno de ellos, queriendo participar en la plática. Imprudentemente descubrió su brazo derecho el cual mostraba una larga y ancha cicatriz que iba del codo hasta el dorso de la mano. --Esto me lo hizo un tigre de bengala cuando le iba a dar un tratamiento en su comida. Por poco y me corta la cefálica.
Otro médico se descubrió parte de la espalda levantándose la playera. Presentaba en el flanco derecho a nivel lumbar tres cicatrices hundidas y brillosas de forma circular del tamaño de una bola de golf mezcladas con otras en forma de rayas delgadas.
--A mí me mordieron dos monos araña en su jaula de cuarentena. No me los podía quitar. Me dieron con saña los desgraciados.
Un tercero no quiso quedarse atrás y levantó parte de la pernera del pantalón y exhibió su pantorrilla izquierda donde una cicatriz ancha y lisa de color rosa intenso en forma de luna en cuarto menguante impresionó a todos.
--Aquí me mordió una cascabel que acababa de ordeñar. Se me escapó, y al tratar de sujetarla la agarré por la cola y que me da un rozón en la pierna. Eso fue una ventaja, además de que era pequeña y estaba recién ordeñada. Tenía casi nada de veneno. Aunque me inyectaron el suero anticrotálico se me necrosó un poco la herida.
La atención de todos se dirigió hacia Palazuelos:
--¿Y tú, Luis? –Preguntó aquel que contó su aventura con el tigre. --¿Qué cicatrices te han dejado los animales después de tantos años?
Palazuelos con una sonrisa y alisándose el bigote le respondió:
–Ninguna. No soy tan güey. Yo sí me cuido.


Anecdotario Personal (s/p)
Octavio Rojas

En Tlacotalpan Renació


El 30 de octubre de 1968, Agustín Lara cumplía 71 años (aunque él decía tener sólo 68), vivió el que fue acaso su último día plenamente feliz, cuando Tlacotalpan, la alegre población veracruzana donde el músico supuestamente había nacido, le rindió un conmovedor homenaje.
El recorrido entre el puerto de Veracruz y Tlacotalpan, había sido triunfal y placentero. A bordo del autobús convertido en salón de fiestas, meseros hacían circular viandas y vinos entre las guapas mujeres y los distinguidos invitados que acompañaban al célebre compositor. Mientras, un conjunto de guitarristas ejecutaba ininterrumpidamente lo mejor de su música. A lo largo de la ruta, en diversos pueblos y rancherías, se hicieron otras tantas escalas con abundantes libaciones; se trataba de “saludar a los paisanos”. Más de cinco horas demoró Agustín su arribo a Tlacotalpan.
Los “coterráneos” de Lara no repararon en gastos y esfuerzos para enaltecer al músico-poeta, festejar su cumpleaños y celebrar el retorno a la “patria chica”. Alrededor de él estuvieron desde el alcalde hasta el más humilde lugareño, lo mismo que las familias pudientes y los rancheros ricos. Se sirvió un banquete de mil cubiertos, en el cual Agustín abrazó enternecido a algunos viejecitos que decían recordar al “chiquillo travieso, retozón e inteligente” que había salido del pueblo muchos años atrás en busca de la fama. En la escuela local se registró una escena conmovedora. Un anciano, nonagenario y ciego, fue a su encuentro en una silla de ruedas para saludar a “su viejo alumno”. Con voz temblorosa hizo tiernos recuerdos. Finalmente, Lara fue a postrarse ante el Cristo Negro de la iglesia del pueblo.
Lara fue tan feliz en Tlacotalpan aquel día de 1968, que tal vez no recordó siquiera que estaba viviendo una mentira, un incomprensible mito urdido por él mismo. Treinta años atrás había conseguido una constancia expedida por la oficina del Registro Civil de Tlacotalpan, que lo acreditaba como nativo de esa población “por información de testigos”, ya que en los archivos correspondientes no se encontró su acta de nacimiento. Y no podía encontrarse ahí porque Lara había nacido en la Ciudad de México, el 30 de octubre de 1897, o sea tres años antes del 1900 que él hizo anotar en el acta que lo hacía aparecer como tlacotalpeño.
Al morir en 1970, el músico se llevó a la tumba el secreto de los motivos que lo indujeron a hacerse pasar por nativo de Tlacotalpan. Corre por Veracruz una anécdota según la cual alrededor de 1930 Lara visitó a un rico azucarero de la región, amigo suyo, en unión del periodista Juan Malpica Silva, director de El Dictamen de Veracruz. El trío se corrió una parranda de una semana, durante la cual el músico y sus amigos estuvieron a punto de perder la vida. La lancha en que se paseaban zozobró en un vericueto cercano a Tlacotalpan y sus ocupantes pasaron una noche terrible, asidos a una enramada, hasta que unos lugareños los rescataron. Más tarde, al narrar el caso, Lara comentaría:
              --En Tlacotalpan volví a nacer.

La Música Mexicana (1981).
Salvador Morales

sábado, 27 de septiembre de 2014

Pesimistas

               
El dramaturgo irlandés George Bernard Shaw estaba enemistado con el genial líder británico Winston Churchill. Prueba de ello fue el intercambio de tarjetas que tuvo lugar entre ambos cuando Shaw le quiso invitar al estreno de Pigmalion:
                --Le tengo reservados dos boletos para la primera noche. Venga y traiga a un amigo (si tiene alguno).
                --Me será imposible asistir la primera noche. Iré a la segunda noche (si tiene alguna).

elalbasiempreesdifusa.wordpress.com (2010).

jueves, 25 de septiembre de 2014

Sutil Protesta


La Sinfonía N° 45 en Fa sostenido menor, conocida como “Sinfonía de los Adioses”, es una sinfonía  del austríaco Franz Joseph Haydn, compuesta en 1772.
Fue escrita para el patrón de Haydn, el príncipe Nikolaus Esterházy , durante una estancia en la que Haydn y la corte de músicos permanecieron en el palacio de verano, en Eszterháza . La estancia fue más larga de lo esperado y los músicos en su mayoría fueron obligados a dejar a sus mujeres en casa, en Eisenstadt, por lo que en el último movimiento de la sinfonía, Haydn instó sutilmente a su patrón a dejarles volver a casa.
Durante el adagio final cada músico deja de tocar, apaga la vela de su atril y se va en orden, dejando al final sólo dos violines tocados con sordina (tocados por el propio Haydn y el concertino, Alois Luigi Tomasini). Esterházy al parecer entendió el mensaje: la corte regresó a Eisenstadt al día siguiente.

A Guide to Orchestral Music: The Handbook for Non-Musicians (1980).
Ethan Mordden.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Poniéndose a Tono


Pablo Neruda estando en Berlín fue invitado por Helene Weigel, viuda de Bertolt Brecht, a una función del Berliner Emsemble. Se daba una obra rusa en alemán. Al mirar el programa vio con sorpresa que la actriz protagonista era la hermana de sus amigos José y Silvestre Revueltas: la morena Rosaura Revueltas. Allí estaba con su mirada negra, echando rayos y centellas y hablando en alemán, en una capital de Europa y en el centro del conjunto teatral más famoso del mundo.
Después de la función, le preguntó:
--¿Y qué hiciste para aparecer tan blanca en ese teatro de rubios? Pensé que te verías como una mosca en la leche. ¿Te pintaron?
--No –respondió--. No te imaginas lo que pasó. Oscurecieron a los otros.

Los Revueltas: Biografía de una Familia (1980).
Rosaura Revueltas

martes, 16 de septiembre de 2014

Fiesta a la Medida

               
El origen de los festejos del Grito de Dolores el 15 de septiembre y no el 16, día en que ocurrió realmente, se remonta a la dictadura de Porfirio Díaz. El oaxaqueño, también conocido como el “Llorón de Icamole”, nació el 15 de septiembre de 1830, y decidió juntar los festejos. En 1896, ya en pleno porfiriato, mandó trasladar la Campana de Dolores a Palacio Nacional y decretó que la Independencia coincidiera con su cumpleaños. Aunque antes de que Díaz adelantara el Grito de Independencia era frecuente ver verbenas populares desde el día 15. Después de la caída del porfiriato por la Revolución Mexicana, se mantuvo la celebración.

Anécdotas y Curiosidades de la Independencia de México (2011).
taringa.net

sábado, 13 de septiembre de 2014

El Gran Circo

           
A finales de los años 70’s, el comunicador mexicano Jorge Saldaña presentaría en su programa de televisión al Circo Atayde, que se ubicaba en la explanada de Buenavista sobre la avenida Insurgentes en la Ciudad de México.
Como introducción, y aprovechando que estrenaban cámaras con lentes de largo alcance, el director de cámaras Emilio Larrosa creyó conveniente hacer una toma panorámica de los edificios vecinos que se podían observar desde esa ubicación para después cerrar la toma poco a poco hasta el edificio inmediato que es la sede del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que en aquella época exhibía un gran escudo circular que daba vueltas en lo alto del edificio. En ese preciso instante, como coincidencia, Jorge Saldaña empezó el prólogo al tema del programa de ese día: “Presentaremos a ustedes todo lo que acontece en un circo, sus angustias, sus trucos, sus magos, sus payasos, todo lo que no conocemos de los interiores de este circo…”. Y seguía el escudo dando vueltas en la pantalla. “Claro, nos referimos al gran Circo Atayde”.

Porjoder.com (2007).
Jorge Saldaña 

Ingenio Popular

             
Se dice que a raíz del asesinato del general Álvaro Obregón la gente se obstinaba en saber quién había sido el autor intelectual del crimen ya que el material lo fue un joven fanático llamado José de León Toral, quien vació la carga de su pistola sobre el presidente electo durante un banquete que se efectuó en el restaurante “La Bombilla”, en San Ángel, en la Ciudad de México.
                Se dice también que cuando alguien preguntaba quién lo había mandado a matar, se respondía rápidamente: “¡Cállesss…se!”  La fantasía popular trataba de responsabilizar así al general Plutarco Elías Calles.


Las Mil Anécdotas y Un Comentario (1971).
Octavio Aguilar de la Parra.

Universitario Express


En 1956, Jorge Luis Borges fue designado Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Cuyo, en Mendoza.  Fue su primer doctorado. Al atardecer, realizaron el acto académico en el Decanato de la Facultad de Filosofía y Letras. Tras la parte protocolar, Borges agradeció:
--¡Qué bueno! --dijo, acariciando el tubo que contenía el diploma--. ¿Así vienen los diplomas? ¡Cómo se van a divertir mis sobrinos! ¡Muchas gracias! Hoy por la mañana, unos colegas que fueron a recibirme a la estación, me dijeron ¡Maestro!. Y yo no soy maestro. Después, en el Instituto de Ruiz Díaz, unas alumnas me dijeron ¡Profesor!. Y yo no soy profesor. Y ahora me dan una mención universitaria. ¡Qué carrera rápida que he hecho!. Voy a decirle a mis amigos que no pierdan el tiempo en Buenos Aires y que se vengan sin tardanza a Mendoza.

Jorge Luis Borges, Anecdotario (2008).
Amalia Ugo de Ruiz Díaz

L'enfant Terrible


En el año de 1968, José Luis Cuevas se encontraba en Santo Domingo dando conferencias sobre pintura. En esos días, una escritora de triste memoria denunció a un grupo de intelectuales como responsables de la masacre de Tlatelolco. Algunos amigos de Cuevas le aconsejaron regresar a México, pues corría la voz de que había huido por temor a la cárcel, y lo hizo enseguida. Cuando llega a la Ciudad de México, la prensa y la televisión lo esperaban. Un periodista le preguntó:
--¿Está usted de parte de los estudiantes?
--Claro que sí. ¿No le parece lógico? –contestó Cuevas. --¿Quisiera acaso que estuviese de parte de los granaderos?
Otro periodista le preguntó:
--¿Va a responder a la señora escritora que le hace tan graves cargos?
--Déjeme pensarlo, porque no me gusta contestar a tontas y a locas.

Confesiones de José Luis Cuevas (1975).
Alaíde Foppa

viernes, 12 de septiembre de 2014

Al Rescate de una Obra


Álvaro Mutis y Gabriel García Márquez se intercambiaban novelas y cuentos antes de publicarlos. El General en su Laberinto la comenzó Mutis con el título de La Muerte del Estratega, pero como él decía: «No puedo tener libros en los cajones porque no me dejan escribir otras cosas»; por ello decidió archivarlo en su chimenea.
Gabo, al enterarse, llegó angustiado a interrogarlo:
¿Es cierto que quemaste esa novela sobre Bolívar?
Hasta el título.
Esfumada la esperanza de conocer esa obra, el autor de las noches de Arcadio Buendía, confesó con desaliento:
Yo quería escribir esa novela…
Mutis, al notar su tristeza, fue por todos los materiales de consulta, recortes y libros que había seleccionado para documentar su novela incinerada:
Tenga —porque Mutis, a pesar de los años de amistad con Gabo, siempre le habló de usted-- Le regalo hasta la idea.
De esta historia quedó constancia en la dedicatoria de El General en su Laberinto: “Para Álvaro Mutis, que me regaló la idea de escribir este libro”.


Memorias de Otros (2013).
Carlos Bautista Rojas