sábado, 13 de septiembre de 2014

L'enfant Terrible


En el año de 1968, José Luis Cuevas se encontraba en Santo Domingo dando conferencias sobre pintura. En esos días, una escritora de triste memoria denunció a un grupo de intelectuales como responsables de la masacre de Tlatelolco. Algunos amigos de Cuevas le aconsejaron regresar a México, pues corría la voz de que había huido por temor a la cárcel, y lo hizo enseguida. Cuando llega a la Ciudad de México, la prensa y la televisión lo esperaban. Un periodista le preguntó:
--¿Está usted de parte de los estudiantes?
--Claro que sí. ¿No le parece lógico? –contestó Cuevas. --¿Quisiera acaso que estuviese de parte de los granaderos?
Otro periodista le preguntó:
--¿Va a responder a la señora escritora que le hace tan graves cargos?
--Déjeme pensarlo, porque no me gusta contestar a tontas y a locas.

Confesiones de José Luis Cuevas (1975).
Alaíde Foppa

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