El día 27 de octubre de 1927 se estrenaba en el Teatro Fontalba de Madrid una obra titulada El Hijo del Diablo, con Margarita Xirgu como protagonista. Tras la representación, y en medio de la ovación del público, Ramón del Valle-Inclán, que ocupaba una butaca de platea, levantó la voz, y con ademanes descompuestos gritó tres veces: “¡Muy mal!”. Cerca de él se encontraba el comisario de vigilancia de ese distrito, que intentó expulsarlo de la sala. El escritor se resistió, y el comisario procedió a detenerlo entre los aplausos de la mayoría del público. Entonces Valle-Inclán pronunció su memorable: “¡Arreste a los que aplauden!”.
Anecdotario de
Valle-Inclán: Vida y Leyenda de un Escritor Heterodoxo (2006).
Óscar Santos García
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