El chef François Vatel trabajaba en el castillo de Chantilly, al servicio de la familia Condé, y esta familia necesitaba congraciarse con Luis XIV porque había tenido sus más y sus menos años antes. Así que se organizó el famoso «banquete de los tres días», donde se agasajaría a toda la familia real y a gran parte de su corte con las viandas de más calidad y mejor elaboradas y con los más exquisitos caldos.
El cocinero Vatel, con fama de
perfeccionista e histérico, cumplió las expectativas en el banquete de la noche
del jueves. Tuvo que preparar y organizar la cena para treinta y cinco mesas
más de las previstas porque en el castillo de Chantilly se presentaron varios
nobles extras. Pero al siguiente día el menú cambiaba drásticamente, porque era
viernes de vigilia.
El chef Vatel había previsto
la carta a base de pescado y marisco, y todo muy fresco; o sea, que tenía que
llegar el mismo día de su consumo. Pero los proveedores no llegaron a tiempo.
François Vatel, incapaz de afrontar la humillación, incapaz de enfrentarse a
cientos de comensales para decirles «hoy
no se come», se fue a su cuarto y se suicidó.
Se Armó la de San
Quintín (2012).
Nieves Concostrina
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