viernes, 14 de noviembre de 2014

Devolución a Tiempo


El presidente Adolfo López Mateos ofreció un banquete en el Palacio Nacional al presidente estadounidense John F. Kennedy y a su esposa, la famosa Jacqueline. El presidente mexicano tenía gran afición por los relojes de pulsera y aquel día portaba uno realmente hermoso y fuera de lo común. El presidente Kennedy, posiblemente para hacer un cumplido, elogió a López Mateos su reloj y éste, sonriente, escuchaba las frases de Kennedy que ponderaban el buen gusto del presidente mexicano en materia de relojes.
--Es realmente bello –afirmó Kennedy.
Lo anterior dio por resultado que López Mateos se despojara de su cronométrica joya y le dijera a Kennedy:
--Permítame usted el honor de obsequiarle mi reloj ya que, estoy seguro, realmente le ha gustado.
Kennedy emocionado, agradeció el presente manifestando agradecimiento a su amigo mexicano.
Minutos más tarde, durante el mismo banquete, López Mateos, dijo a Kennedy:
--Yo deseo felicitarlo, señor presidente, por tener una esposa tan distinguida, tan bella y tan hermosa; realmente es usted un hombre afortunado y no puede haber nadie que no lo envidie porque, dicho sea con todo respeto, mi querido amigo, su esposa es algo excepcional…
Al escuchar lo anterior, el presidente Kennedy se fue desabrochando el reloj que ya había colocado sobre su muñeca izquierda y antes de que terminara el elogio de López Mateos para Jacqueline, dijo:
--Señor presidente López Mateos, estoy pensando que será mejor que le devuelva su reloj…

Las Mil Anécdotas y Un Comentario (1971).
Octavio Aguilar de la Parra

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