sábado, 19 de julio de 2014

Dando una Mano de Pintor


En alguna ocasión que José Luis Cuevas enfermó gravemente dijo a la prensa: “Este será el año de mi muerte”. Entonces el retratista José Luis Pasajes lo llamó por teléfono diciéndole que siempre había querido dibujar a una persona enferma en todo el proceso de su gravedad, hasta llegar a la muerte.
            Cuevas se sintió algo molesto y le dijo:
--Mire usted, tengo la exclusividad de mis propios retratos.
Pero Pasajes con ingenuidad macabra le respondió:
--Entienda, Cuevas, que llegará un momento en que ya no podrá sostener una pluma o un lápiz, y ahí estará Pasajes para sustituirlo.
La respuesta le hizo gracia a Cuevas y aceptó retratarse.
Por cierto, José Luis Cuevas, involuntariamente defraudó a Pasajes pues no murió como lo había pronosticado.

Confesiones de José Luis Cuevas (1975).
Alaíde Foppa

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