El Ingeniero Gabriel Abaroa Martínez nos narra una simpática anécdota de cómo conoció al director de cine Chano Urueta y presenció la filmación de una de sus películas:
“Corria el año 1950 y también corría mi flamante Fordcito
convertible del año 36 por la amplia y entonces poco transitada avenida
División del Norte. Al llegar a la Glorieta del Riviera, me alcanzó un hermoso
Cadillac Coupé de Ville verde a dos tonos, se me cerró obligándome a frenar y
de él bajó un extraño ser, se trataba de un viejo delgado de abundante y blanca
greña con un aspecto como de cowboy con camisa de cuadros, chaleco de cuero,
pañuelo anudado en el pescuezo y fina tejana. Se me dejó venir y honradamente me saqué de onda. Me dijo: ¡Óyeme,
tal por cual, cómo me costó trabajo detenerte! ¿Qué no sabes quién soy?... Yo
soy Chano Urueta, el director de cine… ¿Me estás oyendo?
“A lo que contesté: Si señor, mucho gusto… ¿Y qué pues?
“A continuación me expresó que
quería comprarme el auto porque lo necesitaba para una película que estaba
empezando con la presentación del Raúl “Ratón” Macías que estaba en la
cúspide de su brillante carrera como boxeador y de la simpática Anabel
Gutiérrez en los papeles protagónicos.
“Le dije que definitivamente
no vendía mi auto porque lo acababa de restaurar, entonces me propuso que se lo
rentara y yo acepté. Quedé de llevarlo al día siguiente a las diez de la mañana
al Foro 2 de los Estudios Churubusco.
“Así
lo hice y de acuerdo con el trato lo entregué. Le pedí autorización para
quedarme un rato dentro del foro observando cómo filmaban una escena muy
conmovedora en la que el “Ratón” arrodillado al lado de la cama en la que
agonizaba su madre lloraba desconsoladamente.
“Al término de la
escena, director, productor, fotógrafo, actores y técnicos, aplaudieron
convencidos de la magnífica actuación de Raúl.
“Entonces se me
ocurrió ponerme la cachucha de “Metiche”,
me acerqué al director y le dije: Oiga don Chano… ¿Y por qué no
prendieron la veladora de la repisa de la virgen por arriba de la cabecera de
la cama de la moribunda???
“Acto seguido,
sencillamente furioso, se volteó y dirigiéndose a sus técnicos, gritó: ¡Óiganme
bien punta de *&%$@*&%!
¡Es la última vez que se las paso! ¡Cómo
es posible que un pobre $#@^&*%, como éste extraño que nos visita, me haga
notar que corrimos la escena con la veladora apagada! ¡Préndanla! ¡Alúmbrenla,
y va de nuevo! Lo siento Ratoncito
pero así es esto.
“Después de que
todos los presentes se acordaron de mi mamacita, me despedí y me retiré”.
Anécdotas del Abuelo (2010)
(gabrielabaroam.blogspot.mx)
Gabriel Abaroa Martínez.
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