En 1939, el pintor e ilustrador Miguel Covarrubias trabajaba en un libro titulado Mexico South, hasta que su viejo amigo el director y compositor Carlos Chávez y su nuevo amigo el periodista Salvador Novo le propusieron un proyecto fílmico de dibujos animados y le pidieron que fuera socio de ellos para producirlo: querían las ideas de Miguel para el guión y sus trabajos artísticos animados para la película. Iba a ser muy divertido… Miguel no pudo negarse.
La película se llamaba La Creación del Mundo. Era un relato
sobre la tierra, el aire, el fuego y el agua, personificados en cuatro dioses
juguetones que crean el mundo y todo lo que contiene. Como fuentes de
información, los tres bisoños productores fílmicos echaron mano de antiguos
mitos americanos de la creación y colaboraron en la formación de un guión
factible. La música sería compuesta por Chávez, cuya obra orquestal era bien conocida
en México por sus temas nacionalistas.
El indigenista Alfonso Caso,
mentor de Miguel, echó un vistazo a lo que habían hecho los jóvenes y quedó
entusiasmado. “No está bien, ¡está muy
bien!”, le dijo a Chávez, y les dio ánimos para seguir. Con ese aliento,
Chávez escribió a Walt Disney, al que conocía, para averiguar si la idea le
interesaría a la empresa Disney, y descubrió que el cineasta ya estaba
trabajando con Leopold Stokowski en un largometraje que habría de convertirse
en la revolucionaria película Fantasia.
Sus relatos y sus estilos eran demasiado parecidos. Los tres amigos abandonaron
el proyecto y sin duda llegaron a la conclusión de que, cualquiera que sea el origen
étnico, los grandes espíritus van en la misma dirección.
Covarrubias (1994).
Adriana Williams
No hay comentarios.:
Publicar un comentario