Diego Rivera se presentó a la ventanilla de cobro de una revista propiedad de Regino Hernández Llergo para recibir su paga por una colaboración.
--¿Cómo es que siendo
usted anticapitalista, habiendo dicho que el dinero es una porquería y una
maldición, viene usted a cobrar? –Preguntó el cajero al pintor.
--Precisamente por eso
–contestó--. El dinero que cobro, por poco que sea, es un poco menos de dinero
para los capitalistas.
Memorias de un Reportero (1965).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario