viernes, 28 de noviembre de 2014

Abuso de Autoridad


De entre los emperadores romanos, Cayo César Augusto Germánico, nombre real de Calígula, se ha convertido en sinónimo de locura, despotismo y crueldad.
Calígula envidiaba y deseaba a Próculo, un hermoso gladiador de extremada belleza famoso por el increíble tamaño de sus genitales y su buena apariencia.
Cuando el gladiador se casó, Calígula y su esposa se invitaron a la boda, ejerció el derecho de pernada con la recién casada ante Próculo, y luego procedió a sodomizar al muchacho sobre una mesa de cocina mientras la joven esposa miraba.
Un tiempo después, Calígula hizo ejecutar a Próculo y conservó sus genitales como talismán.

Arkhaiox.com/Anécdotas Desde Roma (2010).
Fermín Castillo Arcas

Mejor Mexicano


Por aquel tiempo, y por cuestión de la guerra (narra el escritor mexicano Tomás Mojarro), creció el hervor de la bracereada, sobre todo en las zonas miserables de la República, como Zacatecas. Los hombres esperaban llenos de impaciencia que la contratación llegase a Jalpa. Uno de los más ansiosos era mi padre.
                Por fin, una mañana salieron varios camiones descubiertos con rumbo a Aguascalientes, y de allí a Irapuato, donde se tomaría el tren a California. Mi padre se iba de bracero, con su morral de bastimento y su caja de cartón donde iba una muda de ropa y la foto de los chamacos con todo y madre.
                Lo fui a despedir a la salida del pueblo…
                Meses después retornaría el ausente con un velicito de lámina donde venía una muda y unas tarjetas del puente de Brooklin. Mi padre llegó derrengado de cansancio y con las manos destrozadas por la pizca del betabel, y sólo tuvo fuerzas para lamentar el que yo ya no estuviese en la casa, el no haber logrado hacer dinero para que su primogénito no tuviera necesidad de andar en la aventura, donde tanto se sufre.
                Vino hablando mal del mentado betabel; platicó que había vivido en un antiguo campo de concentración, que apenas había ganado lo suficiente para pagar las deudas del dinero que tuvo que emplear en sobornos para que el presidente municipal lo incluyera en las listas de contratación. Por fin se le había concedido conocer el paraíso, y volvía de allá bastante escamado. “Lo bueno –dicen que decía-- es que nuestro gobierno nunca ha tenido intención de deshacerse de la mitad del territorio. Que se queden con Mexicali y Tijuana, pero que a los de Zacatecas para abajo nos dejen seguir siendo mexicanos”.

Nuevos Escritores Mexicanos del Siglo XX Presentados Por Sí Mismos: Tomás Mojarro (1966).
Tomás Mojarro

viernes, 14 de noviembre de 2014

Devolución a Tiempo


El presidente Adolfo López Mateos ofreció un banquete en el Palacio Nacional al presidente estadounidense John F. Kennedy y a su esposa, la famosa Jacqueline. El presidente mexicano tenía gran afición por los relojes de pulsera y aquel día portaba uno realmente hermoso y fuera de lo común. El presidente Kennedy, posiblemente para hacer un cumplido, elogió a López Mateos su reloj y éste, sonriente, escuchaba las frases de Kennedy que ponderaban el buen gusto del presidente mexicano en materia de relojes.
--Es realmente bello –afirmó Kennedy.
Lo anterior dio por resultado que López Mateos se despojara de su cronométrica joya y le dijera a Kennedy:
--Permítame usted el honor de obsequiarle mi reloj ya que, estoy seguro, realmente le ha gustado.
Kennedy emocionado, agradeció el presente manifestando agradecimiento a su amigo mexicano.
Minutos más tarde, durante el mismo banquete, López Mateos, dijo a Kennedy:
--Yo deseo felicitarlo, señor presidente, por tener una esposa tan distinguida, tan bella y tan hermosa; realmente es usted un hombre afortunado y no puede haber nadie que no lo envidie porque, dicho sea con todo respeto, mi querido amigo, su esposa es algo excepcional…
Al escuchar lo anterior, el presidente Kennedy se fue desabrochando el reloj que ya había colocado sobre su muñeca izquierda y antes de que terminara el elogio de López Mateos para Jacqueline, dijo:
--Señor presidente López Mateos, estoy pensando que será mejor que le devuelva su reloj…

Las Mil Anécdotas y Un Comentario (1971).
Octavio Aguilar de la Parra

viernes, 7 de noviembre de 2014

En Busca de Consejo


John D. Rockefeller platicaba con un amigo que se encontraba en una situación desesperante y le pedía un consejo:
--Me deben $ 50,000 dólares y no tengo comprobante de esa deuda, ¿qué crees que debería hacer?
El multimillonario, que no lo era por casualidad y que gozaba de una mente privilegiada, le contestó:
--Lo que yo haría, es escribir una carta al deudor y le pediría los $ 100,000 dólares de la deuda. Estoy convencido que te responderá a vuelta de correo, aclarándote que no son $ 100,000 dólares, sino $ 50,000 dólares. Esa carta de su puño y letra será el mejor comprobante.
                            
Diccionario de Anécdotas, Dichos, Ilustraciones, Locuciones y Refranes (2006).
Rubén Gil

jueves, 6 de noviembre de 2014

Recadito


"Agustín Lara jodía mucho a María Félix con sus celos, lo cual ocasionó que el matrimonio viviera en constante zozobra porque, además, el compositor no le era fiel a María Félix… Y así, lo que inevitablemente tenía que ocurrir, ocurrió.
"Una vez que Agustín se enredó con una tonadillera española, la actriz lo mandó muy feo a la chingada pues le mandó la ropa envuelta en una sábana de Holanda al “Follies” que era el sitio donde trabajaba el llamado músico-poeta con este recado: “Devuélveme la sábana porque la compré en Holanda y me costó muy cara”…"

Renato por Leduc (1982).
José Ramón Garmabella

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Educador Precavido


Una mañana de octubre de 1967, Jorge Luis Borges está al frente de su clase de literatura inglesa. Un estudiante entra y lo interrumpe para anunciar la muerte del Che Guevara y la inmediata suspensión de las clases para rendirle un homenaje. Borges contesta que el homenaje seguramente puede esperar. Clima tenso. El estudiante insiste.
--Tiene que ser ahora y usted se va.
 Borges no se resigna y grita:
--No me voy nada. Y si usted es tan guapo, venga a sacarme del escritorio.
El estudiante amenaza con cortar la luz.
--He tomado la precaución --retruca Borges-- de ser ciego esperando este momento.

Jorge Luis Borges, Anecdotario (2008).
Amalia Ugo de Ruiz Díaz

martes, 4 de noviembre de 2014

Feo


Al presidente Gustavo Díaz Ordaz, de origen poblano, le hacían muchas bromas por su fealdad. En alguna ocasión le dijeron que era cosa sabida que los poblanos tenían dos caras, y él contestó:
--¿Ustedes creen que si yo tuviera otra usaría ésta?
O aquella otra en que no dejaba de llover y el gobernador de Veracruz, Fernando López Arias, se lamentó de que los días estuvieran tan feos, a lo que el presidente respondió:
--Tampoco los López son nada guapos.

La Suerte de la Consorte (1999).
Sara Sefchovich

lunes, 3 de noviembre de 2014

Por Puro Gusto


Luis Moncada Ivar nació en México, D.F., en 1925. Estudió medicina, leyes y literatura, sin llegar a concluir ninguna. Participó en el concurso Casa de las Américas con el libro de cuentos Perros Noctívagos. Colaboró en el periódico Novedades con el seudónimo de Luis Cuervo; en la revista Siempre! y Revista de Revistas. Se suicidó el 5 de marzo de 1967. Dejó inéditos la novela Lázaro y dos libros de cuentos, uno de ellos titulado Homenaje a Franz Kafka. Dejó una carta que se publicó en algunos diarios en donde decía que se suicidaba porque era domingo y estaba feliz.

Jaula de Palabras (1980).
Gustavo Sainz