domingo, 12 de diciembre de 2021

Dulce Venganza


     Cinco años (1536-1541) tardó Miguel Ángel en pintar desde un andamio las 314 figuras que integran el fresco del Juicio Final que aparecen en los frescos de la Capilla Sixtina. Un trabajo dramático que ha pasado a la historia del arte como una de las grandes maravillas. Pero una de las figuras llevó de cabeza al artista por el escándalo que produjo su pintura. Sobre la puerta de la derecha a la entrada del visitante Miguel Ángel pintó a Minos, el juez infernal, con una serpiente enroscada a sus pies y comiéndole literalmente su miembro masculino. Aquella representación fue una venganza de Miguel Ángel con Biagio de Cesena, funcionario del Vaticano y responsable del ceremonial papal, quejoso de que en un lugar sacro apareciesen tantos desnudos masculinos. De Cesena le dijo a Miguel Ángel: «Lo que usted ha pintado es más propio de un baño público que de una capilla». Aquella queja tuvo sus consecuencias. Minos aparecía pintado con la cara de Biagio de Cesena, desnudo y con orejas de burro.


Las Hemorroides de Napoleón (2009).

José Miguel Carrillo de Albornoz

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