domingo, 12 de diciembre de 2021

Deja Huella

 


     Es a Norma Talmadge, actriz del cine mudo estadounidense, a quien se debe la tradición de estampar las huellas de las manos de las estrellas de Hollywood enfrente del Grauman's Chinese Theatre, desde que en 1927, accidentalmente, dejara las suyas al caerse sobre el cemento húmedo en el mismo lugar.

https://es.wikipedia.org/wiki/Norma_Talmadge

Sólo Por Necesidad


      Diego Rivera aseguraba abominar las academias de Bellas Artes. Sin embargo, un día lo vieron entrar a la Academia de San Carlos. Su director, Manuel Toussaint, gratamente sorprendido, corrió a saludarlo:

--¡Maestro Rivera! ¿A qué debemos el honor de su visita?

Respondió Diego:

--Encontré cerrada la cantina, y solo vengo a mear. Dígame dónde están los mingitorios.


Anecdotario Mexicano. Ingenio y Picardía (1982).

Jorge Mejía Prieto

Imposible


     En una ocasión algún seudomoralista le preguntó al empresario don Emilio Azcárraga Vidaurreta:

--¿Por qué no corre usted a los afeminados, las golfas, los padrotes y las lesbianas que participan en los programas?

Y don Emilio socarronamente le contestó:

--Y mañana, ¿con quién trabajamos?


La Televisión en México: 1950-2000 (1999).

Gonzalo Castellot 

Tonalidad de la Constitución


      Allá en el sexenio de Lázaro Cárdenas, con motivo de alguna reforma a la Constitución General de la República, un periódico derechista afirmó que nuestra Carta Magna daba un viraje hacia el comunismo, convirtiéndose en una Constitución roja.

El escritor Genaro Fernández MacGregor pidió a don Artemio de Valle-Arizpe su opinión al respecto.

--¿Cree usted, admirado amigo, que realmente nuestra Constitución se ha vuelto roja?

--Bueno, Genaro, no sé mucho de estas cuestiones. Sin embargo, me doy cuenta que su tonalidad es otra.

--¿Y cuál es, don Artemio?

--La Constitución es violada.


Anecdotario Mexicano. Ingenio y Picardía (1982).

Jorge Mejía Prieto

Cadáver Parlante

 


     Una de las mayores incompetencias militares de la historia tuvo lugar en la guerra greco-turca de 1919. Los griegos, independientes del Imperio Otomano desde 1823, decidieron intervenir en la Primera Guerra Mundial con el fin de ampliar sus fronteras en territorio turco. El objetivo principal era hacerse con la estratégica ciudad de Estambul, la antigua Constantinopla griega, el puerto que comunicaba dos mares. Cuando finalizó la guerra, el gobierno de Eleuterio Venizelos reclamó a los aliados vencedores en la contienda los territorios prometidos que afectaban al vencido y humillado Imperio Otomano: entre ellos la costa de Jonia y el Mar Negro, Estambul y Tracia. Pero ante la delicada situación geopolítica se decidió que Grecia mantendría sus fronteras. Ofendidos y engañados, los griegos decidieron que lo que no conseguían en los despachos lo lograrían por medio de las armas. Nombraron al general Georgios Hajianestis como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas griegas, un excelente militar pero que había desarrollado una enfermedad mental durante la contienda mundial. El ejército griego atacó Turquía pero el general dirigió a sus tropas desde la distancia, postrado en la cama como consecuencia de una neuralgia. Las tropas turcas las dirigía el padre de la nueva patria, Kemal Ataturk. El 26 de agosto de 1922 tuvo lugar la decisiva batalla de Dumlupinar, que iba a suponer la debacle griega y el fin de la carrera militar de Hajianestis. Los turcos iniciaron el ataque pero el general griego decidió en ese momento que había muerto y en tal estado de locura se negó a dar órdenes militares a sus tropas. Lo argumentó diciendo que nadie se atrevería a obedecer a un cadáver parlante. El alto mando griego incapacitó a su jefe supremo pero cuando lo hizo el enemigo turco había ganado la batalla. Incluso su sustituto, el general Tricoupis se enteró de su nombramiento cuando se hallaba detenido. No hubo conmiseración con Hajianestis. Fue juzgado y condenado a muerte por «esquizofrénico». Un batallón de fusilamiento acabó con su vida.


Las Hemorroides de Napoleón (2009).

José Miguel Carrillo de Albornoz

Retrato del Alma

 


     El presidente Miguel Alemán inauguró en el Palacio de Bellas Artes la sala pictórica dedicada a Diego Rivera. Entre las obras figura el desnudo de la poetisa Pita Amor, que reproduce el cuerpo adolescente de Pita, con unos senos diminutos y desprovisto de vello púbico. Junto al cuadro, estaba la poetisa en persona.

Deseando ser amable con ella, Alemán le dijo:

--¡Qué bonito es su cuerpo, Pita!

La escritora respondió, con su grave y bella voz:

--Gracias, señor presidente. En realidad el maestro Diego logró en este cuadro pintar el retrato de mi alma.

--Pues que alma tan lampiña tiene, Pita –replicó Alemán, soltando la carcajada.


Anecdotario Mexicano. Ingenio y Picardía (1982).

Jorge Mejía Prieto

The Best Man

 


     En 1964 se estrena la película The Best Man dirigida por Franklin J. Schaffner según un guión de Gore Vidal. El protagonista fue Henry Fonda. La película narra la campaña electoral presidencial de dos candidatos antagónicos. El expresidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, fue rechazado como actor protagonista porque el productor consideraba que no daba la talla como presidente.


Las Hemorroides de Napoleón (2009).

José Miguel Carrillo de Albornoz

Inevitable Destino


      Esquilo, padre de la tragedia griega, quiso escapar del oráculo que le había predicho que moriría a consecuencia de la caída de una casa. Para evitarlo salió de la ciudad y decidió vivir errante, siempre en descampado. Pero cuando descansaba, un águila que se cernía por el cielo dejó caer de entre sus garras una tortuga con tan mala fortuna para el dramaturgo que ésta le dio en la cabeza, matándolo. Se confirmó así el oráculo, ya que de este animal se dijo que lleva a cuestas su casa.


Anecdotario Histórico (Tres Mil Años de Anécdotas) (1984).

Pancracio Celdrán

Dulce Venganza


     Cinco años (1536-1541) tardó Miguel Ángel en pintar desde un andamio las 314 figuras que integran el fresco del Juicio Final que aparecen en los frescos de la Capilla Sixtina. Un trabajo dramático que ha pasado a la historia del arte como una de las grandes maravillas. Pero una de las figuras llevó de cabeza al artista por el escándalo que produjo su pintura. Sobre la puerta de la derecha a la entrada del visitante Miguel Ángel pintó a Minos, el juez infernal, con una serpiente enroscada a sus pies y comiéndole literalmente su miembro masculino. Aquella representación fue una venganza de Miguel Ángel con Biagio de Cesena, funcionario del Vaticano y responsable del ceremonial papal, quejoso de que en un lugar sacro apareciesen tantos desnudos masculinos. De Cesena le dijo a Miguel Ángel: «Lo que usted ha pintado es más propio de un baño público que de una capilla». Aquella queja tuvo sus consecuencias. Minos aparecía pintado con la cara de Biagio de Cesena, desnudo y con orejas de burro.


Las Hemorroides de Napoleón (2009).

José Miguel Carrillo de Albornoz