sábado, 9 de marzo de 2019

Viendo Doble


En 1945, Silverio Pérez, torero mexicano, iba a tomar la alternativa en la Plaza de Las Ventas, en Madrid. El miedo que Silverio tenía a torear en el extranjero era leyenda y, con la corrida ya firmada, presentó un certificado médico que lo excusaba: un repentino mal de la vista hacía que viera doble, ¿cómo iba a torear si veía  dos astados?, alegó, ¿a cuál de los dos mostraría la muleta?
                Silverio nunca pudo tomar la alternativa en España, regresó a México y para desagraviarlo y restarle importancia a su mal, Cantinflas lo invitó a comer. Comieron quesadillas de botana, y cuando sólo quedaba una, Cantinflas dijo:
                --Como usted ve doble, compadre, yo me tomo ésta y le dejo la otra.

Estupideces de Todos los Días (2014).
“El Jamaicón” y sus Precursores.
Sealtiel Alatriste

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