Jesús Zambrano, empresario
mexicano, narra a Rubén Aguirre, la historia de un cuadro por encargo a Diego
Rivera.
--La que posa es mi mujer. El
cuadro lo hizo Diego Rivera. Estuvo en esta casa tres meses pintándolo. Le
gustaba pasearse por los jardines para inspirarse. Le hablaba a mi mujer, le
pedía que se sentara en una silla y entonces la pintaba.
Diego Rivera era ya uno de los
artistas más importantes del mundo y pintaba solo aquello que quería o le
llamaba la atención. Difícilmente hacía cuadros por encargo. Pero por tratarse
de Jesús Zambrano había hecho una excepción.
Tres meses duró Diego Rivera en
casa de Zambrano. Cuando terminó le preguntó cuánto le iba a cobrar. Se quedó
serio.
--Ni un centavo –respondió--. Me
he pasado en su casa unas vacaciones increíbles. Disfruté de comidas y bebidas
exquisitas. Así que no me debe nada.
--No, señor –le dijo--. Debo
pagar este trabajo. Esto no puede quedar así. ¿Cuánto le debo?
--En verdad no es nada, Don
Jesús –reiteró Rivera.
--Por favor, cóbreme –insistió.
Rivera se negó una y otra vez.
Ante la insistencia, el reconocido pintor y muralista propuso una cantidad: 50
mil pesos.
--Pero le voy a pedir un favor,
don Jesús. Haga el cheque a nombre del Partido Comunista.
La petición le cayó a Zambrano
como balde de agua fría. Él representaba, como la mayoría de los empresarios de
Monterrey, el ala conservadora de la sociedad mexicana, y las tendencias
comunistas de Diego Rivera eran incluso una conducta delictiva en aquel tiempo.
--Le propongo esa cantidad si me
quiere pagar el cuadro, pero si no, no me debe nada --dijo Diego, intentando
ganar la partida.
Pero en contra de lo que él
mismo esperaba y de todos los pronósticos, Jesús Zambrano le extendió el cheque
a nombre del Partido Comunista.
Después de Usted (2014).
Rubén Aguirre
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