La abuela del escritor y actor José Luis de
Vilallonga, novena condesa de la Mejorada, una aristócrata de las de antes,
observó mientras tomaba el té en su servicio de plata: «Siento un infinito desprecio hacia los pobres». Y como sus
contertulios se quedaran con la boca abierta, explicó: «Sí, porque, ¿cuántos son ellos? Millones. Y los ricos, ¿cuántos somos?
Muy pocos. Pero aquí estamos desde hace siglos sin que a nadie se le ocurra
hacernos nada».
La Revolución Rusa
Contada Para Escépticos (2017)
Juan Eslava Galán
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