lunes, 7 de noviembre de 2016

¡Lagarto, lagarto!

            
            Un día don Adolfo Ruiz Cortínez había liberado su agenda de toda una tarde para recibir a Miguel Alemán, a quien le decía Magistrado porque lo conoció como tal en el Tribunal Superior de Justicia. Al llegar a su oficina en Palacio Nacional saludó a Miguel Alemán pero antes de hacerlo pasar le dijo:
--¡Magistrado, tengo un problema! Se me presentó un conflicto y no vamos a poder platicar. ¿Me disculparía usted si lo programamos para otra tarde, otro día?
Desconcertado, Miguel Alemán aceptó sin saber qué había pasado realmente. Entonces Max Notholt le dijo a don Adolfo:
--Señor presidente, discúlpeme, pero usted no tiene nada que hacer en la tarde, ¿por qué corrió al ex presidente Alemán?
Don Adolfo le contestó:
--¿No te fijaste? ¡Traía zapatos y cinturón de piel de lagato!

Adolfo Ruíz Cortínez (1990).
Juan José Rodríguez Prats

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