Un día don Adolfo Ruiz Cortínez había liberado su agenda
de toda una tarde para recibir a Miguel Alemán, a quien le decía Magistrado porque lo conoció como tal en
el Tribunal Superior de Justicia. Al llegar a su oficina en Palacio Nacional
saludó a Miguel Alemán pero antes de hacerlo pasar le dijo:
--¡Magistrado, tengo un
problema! Se me presentó un conflicto y no vamos a poder platicar. ¿Me
disculparía usted si lo programamos para otra tarde, otro día?
Desconcertado, Miguel Alemán
aceptó sin saber qué había pasado realmente. Entonces Max Notholt le dijo a don
Adolfo:
--Señor presidente,
discúlpeme, pero usted no tiene nada que hacer en la tarde, ¿por qué corrió al
ex presidente Alemán?
Don Adolfo le contestó:
--¿No te fijaste? ¡Traía
zapatos y cinturón de piel de lagato!
Adolfo Ruíz
Cortínez (1990).
Juan José Rodríguez Prats
No hay comentarios.:
Publicar un comentario