lunes, 31 de octubre de 2016

Con Los Ganadores

          Uno de los maestros más célebres en el dudoso arte del transfuguismo fue sin duda Charles Maurice de Talleyrand. Su pragmatismo, su cinismo, su ambición y su astucia para mantener cargos importantes, independientemente de quién gobernara el país, fueron legendarios. Gracias a sus artimañas consiguió servir a las órdenes de Luís XVI, de la República, del Directorio, del Consulado y del Imperio Napoleónico. Y cuando llegó la hora de la Restauración borbónica, se las arregló para continuar en el poder, ahora al servicio del nuevo rey, Luis XVIII.
          Cuando estalló en Francia la revolución de 1830, hubo tres jornadas de barricadas en las calles, durante las cuales los liberales se enfrentaron con las fuerzas de orden leales a los absolutistas de Carlos X, Talleyrand se pasó los tres días asomado al balcón, sin salir de su casa. Al tercer día le dijo a su criado:
          --Parece que los nuestros ya van ganando.
          Su sirviente le preguntó:
          --¿Pero quiénes son los nuestros?
          Y Talleyrand contestó:
          --Para estar seguro de eso, mejor te lo diré mañana.

Política para Bufones (2012).
Pedro González Calero.