sábado, 26 de marzo de 2016

Ingenio en Tiempos Críticos

   
                Johann Sebastian Bach no andaba nunca sobrado de dinero. A fin de hacer ahorros propuso a su mujer suprimir alguna comida con el consentimiento de sus hijos, y como esta le dijera que los chicos nunca accederían a ello, el músico ideó una ingeniosa treta. Se cuenta que una noche propuso lo siguiente a sus hijos:
                --Quien se acueste sin cenar recibirá un florín.
                Ofrecimiento ante el cual todos optaron por irse a la cama sin probar bocado. A la mañana siguiente se levantaron todos con hambre, y cuando ya disponían a sentarse y devorar el desayuno, el compositor les dijo:
                --¡Alto!; quien quiera desayunar tendrá que pagar un florín antes.
                Y todos devolvieron el florín que habían recibido la noche anterior.

Tacaños, Generosos y Gorrones (2014)
Pancracio Celdrán Gomariz

viernes, 11 de marzo de 2016

Prohibido Voltearse

Finalizaba 1923 y México estaba en armas una vez más; la rebelión delahuertista contra la imposición de Calles tenía intranquilo al presidente Obregón. «Mi constante preocupación eran las defecciones —recordaba el caudillo—: ya se volteó Estrada; se voltearon Diéguez y Alvarado; en cada mensaje sin necesidad de leerlo, adivinaba yo la noticia: una volteada más».
Una noche, mientras dormía con su esposa, el general comenzó a roncar. Doña María Tapia lo movió para que dejara de hacerlo:
--¡Voltéate, Álvaro, voltéate!.
 Tal era su obsesión con los levantamientos armados, que aún medio dormido, le dijo:
--¿Voltearme yo? Sería el colmo; ¿yo voltearme?, ¿contra quién?, ¿contra el gobierno, es decir, contra mí mismo? ¡Y tú me lo aconsejas!…
 A lo que respondió María:
--¡Nooo, te digo que te voltees y te acuestes de lado, porque bocarriba roncas…

99 Pasiones en la Historia de México (2012).
Alejandro Rosas

El Peor Enemigo del Rey


Cuando murió Napoleón en la isla de Santa Helena, durante el mes de octubre de 1815, la noticia era importante y un mensajero se apresuró a darle la noticia al rey Jorge IV de Inglaterra diciendo:
--Majestad, vuestro peor enemigo ha muerto.
Seguramente Jorge IV sabía perfectamente a quién se refería el mensajero, pero para realizar una última humillación al Gran Corso y poner el primer clavo de desprecio sobre el ataúd, el rey inglés preguntó:
--¿Qué le ha pasado a mi mujer?

Curistoria. Curiosidades y Anécdotas de la Historia (2013).
Manuel J. Prieto